La velocidad terminal es la velocidad máxima que puede alcanzar un objeto cuando cae a través de un fluido (el aire es el ejemplo más común). Ocurre cuando la suma de la fuerza de arrastre (Fd) y la flotabilidad es igual a la fuerza de gravedad descendente (FG) que actúa sobre el objeto. Dado que la fuerza neta sobre el objeto es cero, el objeto tiene aceleración cero.